sábado, 18 de enero de 2014
El trabajo con sueños
El trabajo con sueños es una forma de “VIAJE INTERIOR”, una forma de auto-conocimiento.
Para ello hay que desarrollar la capacidad de auto-reflexión y de auto-consciencia. Cuando nos quedamos dormidos estas capacidades tienen un gran potencial gracias a los sueños, que actúan sobre nuestro “EGO DEL SUEÑO”, es decir, sobre la imagen de nosotros mismos en el sueño, y de ese modo intenta que nos demos cuenta de quienes somos.
“los sueños nos muestran la REALIDAD de quiénes somos y de cómo actuamos”.
Para usar los sueños en la auto-reflexión y el desarrollo personal, es necesario trabajar con ellos.
El trabajo con sueños es la aplicación de métodos para actualizar el contenido del sueño en la personalidad (cada persona somos diferentes) y en la vida diaria de cada uno.
“aquello con lo que nos relacionamos ahí fuera es el reflejo de lo que somos en nuestro interior”.
Analizamos los sueños para liberar nuestra energía al objeto de que pueda funcionar de manera natural e integradora. Puesto que los sueños revelan de qué modo se mueve o está bloqueada la energía vital, el análisis de los sueños es una de las mejores aproximaciones para trabajar con la energía vital con vistas a entendernos, a movilizarnos, a desarrollarnos y a realizarnos, y muy importante a “no engañarnos” (tendencia natural del ser humano).
Cuando dormimos la consciencia ordinaria no está actuando directamente, pero si desde su influjo por las experiencias que nos ha creado. Por esto, a través de los sueños podemos entender cómo somos y las actitudes que tomamos, incluso podemos ver, los sueños nos muestran, qué tipo de energía usamos en nuestra vida diaria.
El lenguaje universal del inconsciente es la imaginería. Y la “actualización del sueño” significa convertir la imagen en función, no en concepto.
El trabajo con sueños difiere de la interpretación de los sueños. Interpretar es convertir la imagen en concepto, utilizando sistemas exteriores de símbolos. El “trabajo con sueños” implica vivenciar y abrirse a nuestro universo interior.”
El “sueño” para hablarnos va a recurrir a esas imágenes que para nosotros son cotidianas. Por ejemplo, si para mi Brat Pitt es un personaje que me activa y me ayuda a ver y a sentir lo que es una persona resolutiva y activa; cuando la “fuente de sueños” quiera mostrarme esas características puede recurrir a la imagen de Brat.
“las imágenes nos impactan y nos muestran nuestro interior”.
Por eso los sueños no son una interpretación conceptual, es vivencial. Es un lenguaje de sensaciones y de introspecciones, también de recuerdos de que se entrelazan (y parecen caóticos). En los sueños el tiempo y el espacio se estiran y contraen.
Hay símbolos universales, Arquetípicos, para los cuales los libros que nos muestran estos símbolos nos ayudan en el proceso personalizado de “vivenciar” y entender el sueño.
“La fuente de los sueños nos habla en el lenguaje universal de las imágenes, sugiriendo principios de vida con los que trabajar, mostrándonos la naturaleza de nuestras proyecciones, y revelándonos nuestros patrones internos, así como los temas cotidianos de nuestra vida”
Los sueños-2º
Los sueños son una parte necesaria de nuestra salud mental. Dentro de
la psique hay un centro regulador natural que nos ayuda a procesar la
vida.
El dormir equivale a aflojar la conciencia. Dormir es aflojar el control del ego en lo externo, permitiendo así que se tome conciencia de la vida interior a través del sueño.
Necesitamos soñar para procesar lo que está sucediendo en nuestro Ser y en la vida. (el trabajo con sueños hace consciente este proceso inconsciente).
En los sueños experimentamos los patrones de cómo se bloquea la ENERGÍA de vida o cómo se expresa la misma.
Parece que los sueños exploran salidas más que dar respuestas. Abren la puerta al proceso, no la determinan.
“Los sueños son preguntas que incitan respuestas, no contestaciones que aportan certezas”.
Aquello con lo que evitamos enfrentarnos en la vida exterior aflorará de nuevo a instancias de la FUENTE DE SUEÑOS para que nos ocupemos de ello a nivel interior.
A través de los sueños podemos experimentar de un modo más completo el lado oscuro de la vida, lo que en la vida exterior no hacemos por limitaciones sociales y éticas.
Nuestros sueños pueden mostrar CONDUCTAS, ACTITUDES O POTENCIALES que a nuestro SER INTEGRADOR le gustaría ver desarrollados para nuestra totalidad.
El símbolo más común en los sueños es la imagen de uno mismo, que llamamos EL EGO DEL SUEÑO.
La actividad del EGO DEL SUEÑO en el sueño refleja las actitudes subyacentes en la vida. El sueño nos puede mostrar cómo actuamos con ellas y cómo ello afecta a nuestra vida. Nosotros podemos seguir con esas actitudes o sustituirlas por nuevas.
En los sueños con frecuencia son las Actitudes los que crean los Sentimientos, no al revés.
Si cambiamos nuestras actitudes, cambiaremos nuestras reacciones emocionales ante las cosas. El origen de una actitud se encuentra, con frecuencia, en una experiencia emocional, como un trauma o un gran placer. La actitud no se puede cambiar con fuerza de voluntad, sino que tenemos que recorrer las emociones relacionadas con el trauma original (método catártico) para cambiar nuestro modelo y nuestra actitud.
CAMBIA LA ACTITUD Y CAMBIARÁS TU REACCIÓN EMOCIONAL ANTE UN ACONTECIMIENTO
La verdadera libertad es saber qué actitudes inconscientes son lo que determinan las reacciones en una situación dada.
Te animo a que te hagas esta pregunta: ¿CÚAL ES EL PROPÓSITO DE MI VIDA AHORA?.
Mira: ¿has escrito principalmente sobre la vida exterior, de la gente o de los demás; o también sobre los vida interior de los valores, las elecciones y el significado?.
Si eres de estos últimos el “trabajo con sueños” puede ser una manera de reencuentro con tu esencia, de conocimiento interior y de cambio de actitudes, además de muchas cosas más.
El dormir equivale a aflojar la conciencia. Dormir es aflojar el control del ego en lo externo, permitiendo así que se tome conciencia de la vida interior a través del sueño.
Necesitamos soñar para procesar lo que está sucediendo en nuestro Ser y en la vida. (el trabajo con sueños hace consciente este proceso inconsciente).
En los sueños experimentamos los patrones de cómo se bloquea la ENERGÍA de vida o cómo se expresa la misma.
Parece que los sueños exploran salidas más que dar respuestas. Abren la puerta al proceso, no la determinan.
“Los sueños son preguntas que incitan respuestas, no contestaciones que aportan certezas”.
Aquello con lo que evitamos enfrentarnos en la vida exterior aflorará de nuevo a instancias de la FUENTE DE SUEÑOS para que nos ocupemos de ello a nivel interior.
A través de los sueños podemos experimentar de un modo más completo el lado oscuro de la vida, lo que en la vida exterior no hacemos por limitaciones sociales y éticas.
Nuestros sueños pueden mostrar CONDUCTAS, ACTITUDES O POTENCIALES que a nuestro SER INTEGRADOR le gustaría ver desarrollados para nuestra totalidad.
El símbolo más común en los sueños es la imagen de uno mismo, que llamamos EL EGO DEL SUEÑO.
La actividad del EGO DEL SUEÑO en el sueño refleja las actitudes subyacentes en la vida. El sueño nos puede mostrar cómo actuamos con ellas y cómo ello afecta a nuestra vida. Nosotros podemos seguir con esas actitudes o sustituirlas por nuevas.
En los sueños con frecuencia son las Actitudes los que crean los Sentimientos, no al revés.
Si cambiamos nuestras actitudes, cambiaremos nuestras reacciones emocionales ante las cosas. El origen de una actitud se encuentra, con frecuencia, en una experiencia emocional, como un trauma o un gran placer. La actitud no se puede cambiar con fuerza de voluntad, sino que tenemos que recorrer las emociones relacionadas con el trauma original (método catártico) para cambiar nuestro modelo y nuestra actitud.
CAMBIA LA ACTITUD Y CAMBIARÁS TU REACCIÓN EMOCIONAL ANTE UN ACONTECIMIENTO
La verdadera libertad es saber qué actitudes inconscientes son lo que determinan las reacciones en una situación dada.
Te animo a que te hagas esta pregunta: ¿CÚAL ES EL PROPÓSITO DE MI VIDA AHORA?.
Mira: ¿has escrito principalmente sobre la vida exterior, de la gente o de los demás; o también sobre los vida interior de los valores, las elecciones y el significado?.
Si eres de estos últimos el “trabajo con sueños” puede ser una manera de reencuentro con tu esencia, de conocimiento interior y de cambio de actitudes, además de muchas cosas más.
Terapia Psicosensorial?
¿Con qué tiene que ver la terapia Psicosensorial?
Para nosotros todo es energía en movimiento, desde la parte más densa y física, pasando por el emocional, mental y restos de cuerpos. Cuando estamos con alguien, a nivel terapéutico, la actitud es la de sentir o percibir, más allá de sus palabras…
Según Jung, nuestra psiquis busca abrir el diálogo con nosotros mismos y nos trae información de tres maneras sucesivas: primero psíquicamente, como en los sueños; segundo, a través del “destino”, como en los accidentes, enfermedades de contagio, etc.; y tercero, a través de trastornos orgánicos y desórdenes físicos. De aquí que nosotros le damos una importancia fundamental a los sueños, es una manera, en la que aprendemos, escuchamos a nuestro interior y actuamos.
Para poder hablar de los sueños es importante entender qué ocurre a nivel fisiológico.
Fisiología del Sueño:
Dentro del sueño se distinguen distintas fases que se identifican por la existencia o no de un movimiento rápido de ojos REM (Rapid Eye Movement), que es visible debajo del párpado para el observador.
En el sueño no-REM (NREM) que se llama también sueño lento, se distinguen también cuatro etapas (Bobes, Díaz y Bomper, 1999): La Etapa 1 de transición de la vigilia al sueño, ocupa cerca del 5% del tiempo de sueño en adultos sanos, desaparecen las ondas alfa que en el EEG corresponden a la vigilia y son substituidas por ondas más lentas (ondas theta) propias del sueño NREM.
También aparece un enlentecimiento del latido cardíaco. Durante esta fase, el sueño es fácilmente interrumpible. Esta etapa dura pocos minutos. La Etapa 2 aparece a continuación de la 1 y representa más del 50% del tiempo de sueño. Se caracteriza por ondas electroencefalográficas con una frecuencia mayor que las theta. El tono muscular se hace algo más débil y se eleva el umbral del despertar. Corresponde al principio del sueño propiamente dicho.
Las Etapas 3 y 4 se corresponden al sueño más profundo porque durante ellas aparecen las ondas delta, que son muy lentas. El tono muscular es débil y la frecuencia cardiaca y respiratoria disminuyen. Durante ellas ocurren los sueños, así como los episodios de terror nocturno en el niño y los episodios de sonambulismo. Los movimientos oculares, si existen, son lentos.
Después de pasar por estas etapas, durante unos 70 a 120 minutos, suele presentarse la primera fase REM (Rapid Eye Movement, Movimiento Rápido de Ojos). El tiempo que se tarda en iniciar esta fase nos dará la latencia REM. El sueño REM ocupa el 20% del tiempo total del sueño en el adulto, aunque varía con la edad, siendo mayor en los niños y en él se observan descargas de movimientos oculares rápidos y una abolición completa del tono muscular, la frecuencia respiratoria y el pulso se hacen más rápidos e irregulares.
Luego, las diferentes fases del sueño se alternan cíclicamente a lo largo de la noche, durante la primera parte del sueño predomina el sueño NREM y durante la segunda los periodos REM se van haciendo más largos. Durante el sueño normal aparecen periodos de vigilia tan breves que pueden no ser recordados al día siguiente.
En el sueño NREM descansamos y nos recuperamos físicamente de la vida diaria.
En el sueño REM nuestra mente descansa de la realidad, viajando a su propia realidad.
Para nosotros este es un punto muy importante. Los “sueños” son muy diferentes en estas dos fases. Mientras que en los primeros o sueño NREM los sueños tienen relación con los acontecimientos de la vida diaria, pueden ser de descarga, “sueños” en los que decimos a alguien lo que no nos hemos atrevido a decir…, hacemos cosas que no nos permitimos hacer en la vida diaria; también en esta fase tenemos las pesadillas, etc.
En la fase de “sueños” REM, nuestra mente viaja y es cuando podemos encontrarnos con los sueños “Lúcidos”, con sueños en los que nos vemos como “en otra vida”, sueños en los que “volamos”; también nos podemos encontrar con personajes importantes para nosotros, seres queridos muertos (no es lo mismo soñar con ellos en esta fase que en la otra, escribiré sobre ello), nuestros guías…
Y para poder entrar en el universo de los “sueños” un punto muy importante y al mismo tiempo muy diferente a nuestra consciencia ordinaria, SU LENGUAJE. El lenguaje de los sueños es, por decirlo de una manera sencilla, especial.
Todos sabemos que es un lenguaje simbólico, no es al que estamos acostumbrados a entender, por eso a veces tenemos que tener paciencia y hacernos las preguntas adecuadas para poder acceder a lo que nos está comunicando nuestro inconsciente.
Los personajes también pueden ser esas personas con las que soñamos y darnos a conocer aspectos que en la vida diaria no vemos; tanto de nosotros hacia ellos, como de ellos hacia nosotros.
Muy importante es cómo nos sentimos en el sueño. Es un dato que nos puede permitir ver si el personaje pertenece a un aspecto de nosotros mismos, o tiene relación con la persona con la que soñamos.
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La Misteriosa Glandula Pineal
La Misteriosa Glandula Pineal
Con escasos 5-8 milímetros de tamaño, la glándula pineal es un misterioso epicentro de la anatomía humana.
Ubicada entre los hemisferios cerebrales, junto al tercer ventrículo (digamos que un par de centímetros arriba de tu entrecejo, y a la mitad del camino entre tu frente y tu nuca), se encarga de liberar, entre otras funciones, la hormona conocida como melatonina.
Además, tiene propiedades ‘foto-sensibles’ –utiliza la luz solar para inducir variaciones anímicas–, por lo que es fundamental en la regulación de nuestros biorritmos.
Ubicada entre los hemisferios cerebrales, junto al tercer ventrículo (digamos que un par de centímetros arriba de tu entrecejo, y a la mitad del camino entre tu frente y tu nuca), se encarga de liberar, entre otras funciones, la hormona conocida como melatonina.
Además, tiene propiedades ‘foto-sensibles’ –utiliza la luz solar para inducir variaciones anímicas–, por lo que es fundamental en la regulación de nuestros biorritmos.
Aparentemente
existen alusiones milenarias a este diminuto órgano. Algunos afirman
que se trata del ‘tercer ojo’ o la “ventana de Brahma”, referidas
constantemente en el hinduismo, o el “ojo de Horus” entre los antiguos
egipcios. También podría estar presente en diferentes pasajes bíblicos,
por ejemplo en: “Así que Jacobo llamó aquel lugar Peniel, y dijo ‘es
porque pude ver a Dios, cara a cara” (Génesis 30:32). En el siglo XVII,
Descartes le asignó el sobrenombre del “asiento del alma” y según este
dualista, la glándula pineal representaba el punto de unión entre el
cuerpo y la mente.
Sus
antecedentes dentro de ancestrales tradiciones místicas, han hecho de
la glándula pineal uno de los ingredientes predilectos del nuevo
misticismo. Múltiples conceptos del New Age se asocian con el despertar
de este órgano, y su popularidad ha aumentado en la última década
gracias a desbordada irrupción del consumo de N-dimethyltryptamine (DMT)
en la cultura pop. A pesar de que aún no está plenamente probado,
existen buenas razones para pensar que esta misma sustancia es secretada
en nuestra glándula pineal en determinados momentos, por ejemplo,
nuestra concepción y muerte. También se le asocia a fenómenos como los
sueños lúcidos y la creatividad.
Independientemente
de que sobrenombre elijamos para ella, o de si creamos o no en algunos
postulados semi-científicos, lo cierto es que la glándula pineal posee
un apasionante, y hasta cierto punto enigmático, papel dentro de nuestra
fisiología. En este sentido, a pesar de no poder dimensionar plenamente
su importancia, resulta obvia la pertinencia de cuidarla.
Investigadores
advierten un proceso de endurecimiento, por calcificación, de esta
glándula. Factores como la edad y la exposición a sustancias tóxicas,
así como los efectos de ciertos estados psicológicos, por ejemplo el
estrés, al parecer van neutralizando las funciones de esta glándula.
Múltiples hábitos del estilo de vida contemporáneo presumiblemente
atentan contra su funcionamiento, entre ellos: el consumo de alcohol,
tabaco, cafeína, azúcar refinado, mercurio y el flúor, infaltable
ingrediente en pastas dentales o otros productos dentríficos.
Si
por razones intuitivas, paranoicas o científicas, sientes el llamado a
purificar este híper-sacro micro-organo, aparentemente los siguientes
alimentos pueden acelerar la desintoxicación de tu glándula pineal, de
acuerdo al sitio Decalcify Pineal Gland:
Chocolate puro / Ácido cítrico / Aceite de orégano y extracto de Neem / Iodino / Vinagre de manzana puro / Ajo / Tamarindo / Agua destilada / Vitaminas K1 y K2 / Boro / MSM (Metilsulfonilmetano)
Mientras que el sitio de alter-nutrición, Food for Conciousness,
recomienda brebajes como el “té feliz”, compuesto por hierba de San
Juan y Pasiflora. Advierto que, tal como indican los disclaimers de
ambos sitios, estás no son recomendaciones médicas. En cambio, exponerte
a diario unos minutos directo a la luz del sol si ha sido
científicamente probado que estimula el funcionamiento de la glándula
pineal como bio-regulador. También existen diversas meditaciones y
ejercicios respiratorios que supuestamente sirven para limpiar y activar
este órgano, pero como suele suceder con estos temas, las fuentes son
poco ortodoxas, lo cual tampoco se traduce en que deban desestimarse.
Supongo que aquí es donde debe de activarse nuestro discernimiento. La experiencia de un neurocirujano en el más allá
Nos lo acaba de enviar el doctor Jorge Carvajal y ha sido publicado, nada más ni nada menos, que en la prestigiosa revista “Newsweek”. Se abren las puertas de los misterios. Nuevas y reveladoras realidades comienzan a calar nuestras mentes, también las de los más escépticos. Gracias al Cielo, el velo se levanta poco a poco… Un neurocirujano viene del más allá y nos narra su experiencia…
La famosa revista Newsweek sorprendió a muchos en su edición de Octubre
2012 con una portada y un titular impactante: “El cielo es real – La
experiencia de un Doctor en el más allá”. La revista publica un artículo
escrito por un prestigioso neurocirujano estadounidense que luego de
haber vivido una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), asegura haber
visto y viajado al más allá. Presentamos a continuación la traducción
completa de la nota de Newsweek.
Como neurocirujano, yo no creía en el fenómeno de las experiencias
cercanas a la muerte. Hijo de un neurocirujano, crecí en un mundo
científico. He seguido el camino de mi padre y me convertí en un
neurocirujano académico, enseñando en Harvard Medical School y otras
universidades. Entiendo lo que ocurre en el cerebro cuando las personas
están a punto de morir, y siempre había creído que había una buena
explicación científica para los viajes celestiales fuera del cuerpo,
descritos por aquellos que escapaban a la muerte por poco.
El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real.
El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real.
Aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de título que de
creencia real. No me molestaban los que querían creer que Jesús era más
que simplemente un buen hombre que había sufrido a manos del mundo.
Simpatizaba profundamente con aquellos que querían creer que había un
Dios en alguna parte ahí fuera que nos amaba incondicionalmente. De
hecho, envidiaba a esas personas la seguridad que esas creencias sin
duda les proporcionaban. Pero como científico, simplemente creía que era
incorrecto creer en eso.
En el otoño de 2008, sin embargo, después de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte.
En el otoño de 2008, sin embargo, después de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte.
Se cómo pronunciamientos como el mío les suenan a los escépticos, así
que voy a contar mi historia con la lógica y el lenguaje del científico
que soy.
Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi corteza entera – toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia que nos hace humanos – se había apagado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e. coli habían penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.
Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi corteza entera – toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia que nos hace humanos – se había apagado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e. coli habían penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.
Cuando entré en la sala de emergencias aquella mañana, mis posibilidades
de supervivencia en algo más que un estado vegetativo ya eran bajas.
Pronto estas posibilidades cayeron a casi nulas. Durante siete días
estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuestas, mis funciones
cerebrales superiores totalmente fuera de línea.
Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.
Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.
No hay una explicación científica para el hecho de que mientras mi
cuerpo estaba en estado de coma, mi mente – mi conciencia, mi yo
interior – estaba viva y bien. Mientras las neuronas de mi corteza
cerebral fueron aturdidas hasta su total inactividad por las bacterias
que las habían atacado, mi conciencia liberada del cerebro había viajado
a una diferente y mayor dimensión del universo: una dimensión que nunca
había soñado que podía existir, y que mi viejo yo previo al coma
hubiera estado más que feliz explicando que se trataba de una simple
imposibilidad.
Pero esa dimensión, a grandes rasgos, la misma que describen incontables
personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte u otros
estados místicos, está allí. Existe, y lo que vi y aprendí allí me ha
puesto literalmente en un mundo nuevo: un mundo en el que somos mucho
más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la muerte no es el final de
la conciencia, sino más bien un capítulo de un vasto e
incalculablemente positivo viaje.
No soy la primera persona en tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia humana. Pero hasta donde yo sé, nadie antes que yo haya viajado alguna vez a esta dimensión (a), mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b), mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de coma.
No soy la primera persona en tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia humana. Pero hasta donde yo sé, nadie antes que yo haya viajado alguna vez a esta dimensión (a), mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b), mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de coma.
Todos los argumentos principales en contra de las experiencias cercanas a
la muerte sugieren que estas experiencias son el resultado de un
mínimo, transitorio, o parcial mal funcionamiento de la corteza
cerebral. Sin embargo, mi experiencia cercana a la muerte no tuvo lugar
mientras mi corteza estaba funcionando mal, sino mientras estaba
simplemente apagada. Esto se desprende claramente de la gravedad y la
duración de mi meningitis, y de la complicación cortical global
documentada por los escaneos TC y exámenes neurológicos. Según el
conocimiento médico actual sobre el cerebro y la mente, no hay
absolutamente ninguna manera de que yo pudiera haber experimentado ni
siquiera una conciencia débil y limitada durante mi tiempo en el estado
de coma, y mucho menos la odisea híper vívida y completamente coherente
que experimenté.
Me tomó meses aceptar lo que me pasó. No sólo la imposibilidad médica de
que había estado consciente durante mi coma, pero más importante aún,
las cosas que sucedieron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi
aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes, esponjosas, de color
rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en contraste con el profundo
cielo negro-azul.
Más alto que las nubes, inconmensurablemente más alto, una multitud de
seres transparentes y brillantes se movían trazando arcos por el cielo,
dejando largos trazos como serpentinas detrás de ellos.
¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores.
¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores.
Un sonido, enorme y retumbante como un canto glorioso, descendió desde
lo alto, y me pregunté si los seres alados lo estaban produciendo.
Nuevamente, pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de
estas criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir
este sonido, y que si la alegría no salía de ellos de esta manera
entonces simplemente no serían capaces de contenerla. El sonido era
palpable y casi material, como una lluvia que se puede sentir en tu
piel, pero que no te moja.
Ver y escuchar no estaban separados en este lugar donde ahora estaba.
Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres
brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente,
alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar
ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con
ello de alguna forma misteriosa. Una vez más, desde mi perspectiva
presente, me permito sugerir que no se podría mirar “hacia” nada en ese
mundo en absoluto, porque la palabra “hacia” en sí misma implica una
separación que allí no existía. Cada cosa era distinta, pero cada cosa
era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y
entremezclados en una alfombra persa … o en el ala de una mariposa.
Se vuelve más extraño aún. Durante la mayor parte de mi viaje, alguien
más estaba conmigo. Una mujer. Ella era joven, y me acuerdo de cómo era
en detalle. Tenía los pómulos altos y ojos profundamente azules. Trenzas
doradas enmarcaban su hermoso rostro. La primera vez que la vi,
estábamos juntos cabalgando sobre una superficie con un intrincado
patrón, que después de un momento me di cuenta que era el ala de una
mariposa. De hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros,
enormes y agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y
volvían de nuevo a nuestro alrededor. Era un río de vida y color,
moviéndose a través del aire. La vestimenta de la mujer era simple, como
la de un campesino, pero sus colores en polvo azul, índigo y pastel de
naranja-durazno tenían la misma abrumadora y súper vívida vitalidad que
todo lo demás. Ella me miró con una mirada que, si la vieras durante
cinco segundos, haría que tu vida entera hasta ese punto valiera la
pena, sin importar lo que haya ocurrido en ella hasta ahora. No era una
mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada que de
alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los
diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo
superior, que contenía todos estos tipos de amor en si mismo, mientras
al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos.
Sin pronunciar una sola palabra, ella me habló. El mensaje me atravesó
como un viento, y al instante comprendí que era cierto. Lo supe de la
misma manera en que supe que el mundo que nos rodeaba era real, no era
una fantasía pasajera e insustancial.
El mensaje tenía tres partes, y si tuviera que traducirlas al lenguaje terrenal, sería algo como esto:
“Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para siempre.”
“No tienes nada que temer.”
“Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para siempre.”
“No tienes nada que temer.”
“No hay nada que puedas hacer el mal.”
El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente.
“Te vamos a mostrar muchas cosas aquí”, dijo la mujer, una vez más, sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. “Pero eventualmente vas a regresar”.
Para ello, sólo tenía una pregunta.
¿Regresar a dónde?
El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente.
“Te vamos a mostrar muchas cosas aquí”, dijo la mujer, una vez más, sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. “Pero eventualmente vas a regresar”.
Para ello, sólo tenía una pregunta.
¿Regresar a dónde?
Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los días más perfectos
de verano, sacudiendo las hojas de los árboles y fluyendo como agua
celestial. Una brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a
mi alrededor en una octava incluso más alta, una vibración más alta.
A pesar de que aun tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la
idea que tenemos de él en la Tierra, sin decir palabras comencé a
formular preguntas a este viento, y al ser divino que sentía que
trabajaba detrás de él o dentro de él.
¿Dónde está este lugar?
¿Quién soy yo?
¿Por qué estoy aquí?
¿Quién soy yo?
¿Por qué estoy aquí?
Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la
respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor
y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo. Lo más
importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas
abrumándolas. Respondían a las preguntas, pero de una forma que pasaba
el lenguaje por alto. Los pensamientos me entraban directamente. Pero no
era pensamiento como lo experimentamos en la Tierra. No era vago,
inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos,
más calientes que el fuego y más húmedos que el agua, y mientras los
recibía era capaz de comprender al instante y sin esfuerzo conceptos que
me habría llevado años comprender plenamente en mi vida terrenal.
Seguí avanzando y me encontré ingresando en un inmenso vacío,
completamente oscuro, infinito en tamaño, pero también infinitamente
reconfortante. Era profundamente negro pero a la vez rebosante de luz:
una luz que parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más
cerca de mí. El orbe era una especie de “intérprete” entre mí y esta
vasta presencia que me rodeaba. Era como si yo estuviera naciendo a un
mundo más grande, y el propio universo era como un útero cósmico gigante
y el orbe (que sentí estaba conectado de alguna manera con, o incluso
era idéntico a la mujer sobre el ala de la mariposa) fue guiándome a
través de él.
Más tarde, cuando volví, me encontré con una cita del Siglo XVII, del
poeta cristiano Henry Vaughan, que estuvo muy cerca de describir este
lugar mágico, este núcleo vasto y negro como tinta, que era el hogar de
la misma Divinidad.
“Hay, dicen algunos, en Dios, una oscuridad profunda pero deslumbrante”.
Eso era exactamente: una negra oscuridad que también estaba rebosante de luz.
Sé muy bien cuan extraordinario, cuan francamente increíble, todo esto suena. Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo el hechizo de algún delirio. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos.
Lo que me pasó exige una explicación.
Eso era exactamente: una negra oscuridad que también estaba rebosante de luz.
Sé muy bien cuan extraordinario, cuan francamente increíble, todo esto suena. Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo el hechizo de algún delirio. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos.
Lo que me pasó exige una explicación.
La física moderna nos dice que el universo es una unidad que es
indivisible. Aunque parece que vivimos en un mundo de separación y
diferencia, la física nos dice que debajo de la superficie, cada objeto y
acontecimiento en el universo está completamente entretejido con todos
los demás objetos y eventos. No hay verdadera separación.
Antes de mi experiencia de estas ideas eran abstracciones. Hoy son realidades. El universo no sólo está definido por la unidad, sino también, ahora lo sé, definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es – he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras.
He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo el hecho de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la gente en general.
Antes de mi experiencia de estas ideas eran abstracciones. Hoy son realidades. El universo no sólo está definido por la unidad, sino también, ahora lo sé, definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es – he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras.
He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo el hecho de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la gente en general.
No espero que esto sea una tarea fácil, por las razones que he descrito
anteriormente. Cuando el castillo de una vieja teoría científica
comienza a mostrar líneas de falla, al principio nadie quiere prestar
atención. En primer lugar, el antiguo castillo simplemente ha tomado
mucho trabajo para ser construido, y si se cae, uno completamente nuevo
tendrá que ser construido en su lugar.
Esto lo aprendí de primera mano después de que estuve lo suficientemente
bien como para volver a salir al mundo y hablar con otras personas
-personas, es decir, que no sean mi sufrida esposa, Holley, y nuestros
dos hijos-, acerca de lo que me había pasado. Las miradas de
incredulidad cortés, especialmente entre mis amigos médicos, pronto me
hicieron ver la gran tarea que tendría para que la gente comprendiera la
enormidad de lo que había visto y experimentado esa semana mientras mi
cerebro estaba apagado.
Uno de los pocos lugares en los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia. La primera vez que entré en una iglesia después de mi coma, veía todo con ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba. Las notas bajas profundas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y, lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun más grande e insondablemente glorioso que el que me habían enseñado de niño en la escuela dominical.
Hoy en día muchos creen que las verdades espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí.
Uno de los pocos lugares en los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia. La primera vez que entré en una iglesia después de mi coma, veía todo con ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba. Las notas bajas profundas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y, lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun más grande e insondablemente glorioso que el que me habían enseñado de niño en la escuela dominical.
Hoy en día muchos creen que las verdades espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí.
Pero ahora entiendo que esta opinión es demasiado simple. El hecho
cierto es que la imagen materialista del cuerpo y el cerebro como los
productores, en lugar de los vehículos, de la conciencia humana, está
condenada. En su lugar, una nueva visión de la mente y el cuerpo va a
surgir, y de hecho ya está emergiendo. Este punto de vista es científico
y espiritual en igual medida y valorará lo que los más grandes
científicos de la historia siempre se han valorado por sobre todo: la
verdad.
Esta nueva imagen de la realidad tomará mucho tiempo en armarse. No va a
estar terminada en mi tiempo, o incluso, sospecho, tampoco en el tiempo
de mis hijos. De hecho, la realidad es demasiado vasta, demasiado
compleja y demasiado irreductiblemente misteriosa para que una imagen de
ella alguna vez llegue a estar absolutamente completa. Pero, en
esencia, esta imagen mostrará al universo en evolución,
multidimensional, y conocido en detalle hasta cada uno de sus últimos
átomos por un Dios que nos cuida mucho más profunda y apasionadamente
que cualquier padre que alguna vez haya amado a su hijo.
Aun sigo siendo un doctor, y aun sigo siendo un hombre de ciencia, casi
exactamente igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero
en un nivel más profundo soy muy diferente a la persona que era antes,
porque he podido vislumbrar esta imagen de la realidad que está
surgiendo. Y puedes creerme cuando te digo que va a valer la pena cada
pequeño paso de la labor que nos llevará, y a los que vienen después de
nosotros, para llegar a comprenderla bien.
Dr. Eben Alexander, The Daily Beast, 08 de Octubre 2012
Fuente: http://www.thedailybeast.com/newsweek/2012/10/07/proof-of-heaven-a-doctor-s-experience-with-the-afterlife.html
Fuente: http://www.thedailybeast.com/newsweek/2012/10/07/proof-of-heaven-a-doctor-s-experience-with-the-afterlife.html
Los sueños
SOÑAR CON AGUA:
El agua representa el estado anímico de la persona.
Aguas tranquilas significan, que vienen buenos tiempos y que está en paz
con su espiritualidad. Indica serenidad, rejuvenecimiento y aceptación de uno
mismo. Si están limpias y puras esperamos lograr el éxito y la aceptación de
nuestros semejantes.
Si el agua está revuelta o sucia, se aconseja cautela. Debería
reconsiderar sus decisiones y no quedarse atrapado en sus emociones negativas.
Es posible que deba encontrar tiempo para clarificar su mente y encontrar la
paz interior.
Si en su sueño se encuentra inmerso en agua turbia, quiere decir, que está
desbordado por una situación o por sus emociones. Si sueña, que hay una
inundación, quiere decir que se enfrenta a luchas y emociones difíciles.
Soñar con el agua en cantidades manejables o en entornos controlados (un
lago, una piscina, una bañera, un río que se puede cruzar sin problemas....)
supone fertilidad y renovación.
Si sueña que está en un barco tranquilamente, significa, que se está
tomando un descanso. Tal vez un año sabático. O quizás debería cogerse uno.
Puede que su mente se lo esté pidiendo.
Si sueña que está caminando sobre las aguas, significa que logrará superar
los problemas, que se le presenten.
Si sueña, que el agua está estancada y huele a podrido, significa que va a
ser engañado y se va a pelear con alguien.
Si en su sueño Vd. se está hundiendo en el agua, significa que va a ser
ninguneado por un superior y de una forma humillante y prepotente.
Pero, si sueña que ve hervir el agua, es de buen augurio y le anuncia
suerte en los juegos de azar y en el juego.
SOÑAR CON LA MUERTE O CON PERSONAS FALLECIDAS.
La interpretación de este sueño bastante común depende del contenido
emocional. Si se despierta con una terrible sensación real, puede ser que ha
sentido el fallecimiento de alguien. Esto ocurre a las personas sensibles. Si
este sueño es recurrente puede ser síntoma de un trastorno al que los expertos
señalan se le debe prestar atención.
En las personas mayores este sueño les ayuda a prepararse, para su propia
muerte. Sin embargo, si el sueño de produce sin sentir miedo o preocupación,
representa una liberación de las preocupaciones actuales y significa lo opuesto
a morir - una curación o un renacimiento está a punto de ocurrir en su vida.
Soñar con la muerte de un amor, significa que carece de ciertos aspectos o
cualidades que su amor o pareja tiene. Fíjese en qué características tiene esa
persona o que es lo que más le gusta de él/ella. Echa de menos ciertas cosas en
su relación de pareja. Por otro lado, representa, que sea lo que sea que tenga
esa persona, ya no forma parte de Vd.
Soñar que está vivo un padre fallecido o una madre fallecida, es de muy
mal augurio. Trae mala suerte.
Soñar con la muerte de sus padres, significa que está realizándose un
cambio muy significativo en su vida. Su relación con sus padres ha evolucionado
hacia un nuevo mundo.
Soñar que ve y habla con sus padres muertos, representa sus miedos de
perderlos o su manera de afrontar su perdida. El sueño le está advirtiendo de
la posibilidad de su perdida y le sirve como última oportunidad de reconducir
su relación con ellos y decirles todo aquello que ha querido siempre decirles y
no se ha atrevido. También es una oportunidad para despedirse de ellos.
Soñar que ve a su hermana muerta, o a un familiar o un buen amigo,
significa que les echa de menos y está intentando revivir sus viejas
experiencias con ellos. Este tipo de sueños le sirven para afrontar la muerte
de su pareja o la pérdida de su amor.
Soñar con su propia muerte, significa que está en una fase de transición
en su vida. Se está convirtiendo en una persona más espiritual. También está
intentando desesperadamente escapar de las exigencias de su vida.
Soñar que está fingiendo su muerte, significa que está buscando empezar de
nuevo. Necesita un cambio en su vida.
Soñar con ver un muerto, le anuncia que está siendo mal influenciado por
personas negativas y que está yendo por el mal camino. Este sueño le ayuda
también a tener claro, que una relación de pareja ya está terminada del todo.
Por otro lado, el sueño simboliza pérdidas materiales.
Soñar con alguien que se ha muerto y está vivo en su sueño puede ser una
forma de intentar resolver sus sentimientos hacia ellos.
Si sueña con un conocido, que se murió hace tiempo, significa que hay algo
en su vida actual o su relación actual que se parece a una faceta de la persona
muerta.
Si en el sueño habla con ellos, significa que siente miedo por haberlos
perdido y busca una forma de aprender a vivir la vida sin ellos. Tal vez
necesita una oportunidad para despedirse de ellos. Dicen que los mensajes, que
nos transmiten los muertos, son muy importantes, porque nunca mienten y pueden
decirnos cosas importantes o avisarnos sobre peligros inminentes.
Si sueña con un amigo muerto, significa que le está echando en falta y su
subconsciente intenta revivir experiencias que vivió con él o con ella. Al
intentar seguir normalmente con su vida diaria, estos sueños con personas
fallecidas representan la única salida que tiene para asumir la pérdida o la
muerte de un ser querido.
Si soñara que sus padres fallecidos resucitan, es de muy buen augurio,
anuncian momentos de felicidad, alegría...
Si está casado y sueña con la muerte de su mujer/marido, es malo, presagia
ruina en su negocio.
Si sueña que los muertos salen de sus tumbas y se ponen a comer y beber,
es de muy mal presagio, ya que le está diciendo, que se acerca una época de
vacas flacas a su vida. Seguramente, sufrirá penurias y fuertes problemas de
dinero.
Si Vd. es una persona de buena salud y sueña que muere de repente, le
alarga la vida.
Si en su sueño tropieza con un muerto, le anuncia una entrada importante
de dinero.
Si mantuviera una siniestra comida con un muerto, es de muy buen augurio,
ya que le anuncia una larga vida.
Soñar con la muerte de un hijo, por horrible que parezca la idea, es de
buen augurio, ya que significa que podrá evitar un peligro o un accidente; y
también, que sabrá ganarle la partida a un enemigo. Si la que muere es una
hija, es un mal presagio, ya que le anuncia una desgracia o un disgusto muy
grande, que no podrá evitar.
Soñar con gente que murió hace ya mucho tiempo, indica que la persona que
está a su lado actualmente, se parece mucho al difunto con el que sueña. El
sueño le aconseja, que deje a esa persona, porque no le conviene.
SOÑAR QUE SE VUELA.
Soñar que estás volando es el símbolo de la libertad, este sueño ofrece
buenos presagios. Son comunes a muchas personas, por lo general, simbolizan
nuestra inspiración y el deseo de trascender de los común.
Instintivamente usted conoce los objetivos en su vida y sabe cómo realizarlos.
Sea el amor, un sitio en la vida, la fama o la fortuna, volará por encima de
los obstáculos terrestres y encontrará la felicidad. Sueños de vuelo
repetitivos indican una gran fortuna.
Todas las tradiciones explican este tipo de sueños de la misma forma. Si
vuela con la forma humana, encontrará la felicidad y el éxito de forma natural.
Si es un pájaro en su sueño, tendrá mucha suerte en la vida.
Según algunas interpretaciones, este sueño también representa la vida
sexual, la erección o el orgasmo. Especialmente Freud y sus discípulos
señalaban en esta dirección.
Si está casado y sueña que está volando muy alto, tan alto que ya nadie
puede verle, significa que tiene ganas de desaparecer de su realidad cotidiana.
Quizás necesite cambiar de vida.
Soñar que está sobrevolando un paraje inóspido y rocoso, significa que
está pasando unos malos momentos o cuando menos muy duros en su vida real.
Soñar que está volando muy bajo y que tiene que ir sorteando cosas para no
chocar con ello, signfica enfermedad o problemillas, pero de los que conseguirá
salir sin demasiada dificultad.
Si sueña que está sobrevolando un bosque verde, frondoso y maravilloso, le
anuncia que pronto conseguirá lo que quiere o alcanzar la meta que se ha
marcado.
Si sueña que está volando libre como un pájaro hacia el sol, es de muy
buen augurio, significa que está satisfecho con su vida, con todo lo que tiene,
pero que aspira a seguir ascendiendo en la vida en todos los aspectos.
Si sueña que está volando y que de repente, le faltan las fuerzas y se cae
al suelo, es negativo, ya que le anuncia problemas y fracaso en sus proyectos.
Si al caer al suelo se despierte, de verdad, significaría que será capaz de
hacerles frente y superarlos, pero con mucho esfuerzo y a largo plazo.
Si una mujer sueña, que está volando a sitios muy lejanos, significa que
recibirá proposiciones desohonestas en el amor; o proposiciones de trabajo,
pero que no va a tratarse de ningún trabajo serio o que merezca la pena.
Soñar que está volando con unas alas de color negro, significa que deberá
afrontar amargas desilusiones.
Soñar que está volando con alas de color blanco, es de muy buen augurio,
significa que alcanzará sus metas, tendrá suerte en los juegos de azar, en el
trabajo y en el amor.
Si es Vd. muy fantasioso y sueña que está volando hacia otras galaxias, es
muy negativo, ya que le indica que ha tirado la toalla, que como no es capaz de
afrontar sus problemas, prefiere huir.
Soñar que vuela, que se eleva, pero que Vd. no quiere e intenta impedirlo
de cualquiera de los modos posibles, significa que no le gusta fantasear ni
darse un poco de libertad. Le gusta siempre tener los pies en el suelo y no
perder el contacto con la realidad ni por un momento. Quizá demuestre demasiado
rigidez en su vida. A veces, es sano tener un poco de libertad y relajarse.
Caerse
Una advertencia subconsciente de que algo en tu vida está fuera de
control. También se lo relaciona con una decepción de un amigo cercano.
Estar perdido
Estar perdido en tus sueños significa que estas cerca de perder o ya
perdiste tu dirección en la vida. También se relaciona con miedos de no
encajar.
Se te caen los dientes
Perder los dientes o el cabello significa inseguridad de tu apariencia e
interacción con tus pares. También puede ser un sentimiento de impotencia.
Ser perseguido
Un signo de que estas evitando algo en tu vida, y de que te niegas lidiar
con tus problemas.
Desnudo en público
Se asocia con sentirse avergonzado o expuesto. Indica inadaptación social.
Vulnerabilidad y que algunos aspectos personales están expuestos para ser
ridiculizados.
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