El trabajo con sueños es una forma de “VIAJE INTERIOR”, una forma de auto-conocimiento.
Para ello hay que desarrollar la capacidad de auto-reflexión y de auto-consciencia. Cuando nos quedamos dormidos estas capacidades tienen un gran potencial gracias a los sueños, que actúan sobre nuestro “EGO DEL SUEÑO”, es decir, sobre la imagen de nosotros mismos en el sueño, y de ese modo intenta que nos demos cuenta de quienes somos.
“los sueños nos muestran la REALIDAD de quiénes somos y de cómo actuamos”.
Para usar los sueños en la auto-reflexión y el desarrollo personal, es necesario trabajar con ellos.
El trabajo con sueños es la aplicación de métodos para actualizar el contenido del sueño en la personalidad (cada persona somos diferentes) y en la vida diaria de cada uno.
“aquello con lo que nos relacionamos ahí fuera es el reflejo de lo que somos en nuestro interior”.
Analizamos los sueños para liberar nuestra energía al objeto de que pueda funcionar de manera natural e integradora. Puesto que los sueños revelan de qué modo se mueve o está bloqueada la energía vital, el análisis de los sueños es una de las mejores aproximaciones para trabajar con la energía vital con vistas a entendernos, a movilizarnos, a desarrollarnos y a realizarnos, y muy importante a “no engañarnos” (tendencia natural del ser humano).
Cuando dormimos la consciencia ordinaria no está actuando directamente, pero si desde su influjo por las experiencias que nos ha creado. Por esto, a través de los sueños podemos entender cómo somos y las actitudes que tomamos, incluso podemos ver, los sueños nos muestran, qué tipo de energía usamos en nuestra vida diaria.
El lenguaje universal del inconsciente es la imaginería. Y la “actualización del sueño” significa convertir la imagen en función, no en concepto.
El trabajo con sueños difiere de la interpretación de los sueños. Interpretar es convertir la imagen en concepto, utilizando sistemas exteriores de símbolos. El “trabajo con sueños” implica vivenciar y abrirse a nuestro universo interior.”
El “sueño” para hablarnos va a recurrir a esas imágenes que para nosotros son cotidianas. Por ejemplo, si para mi Brat Pitt es un personaje que me activa y me ayuda a ver y a sentir lo que es una persona resolutiva y activa; cuando la “fuente de sueños” quiera mostrarme esas características puede recurrir a la imagen de Brat.
“las imágenes nos impactan y nos muestran nuestro interior”.
Por eso los sueños no son una interpretación conceptual, es vivencial. Es un lenguaje de sensaciones y de introspecciones, también de recuerdos de que se entrelazan (y parecen caóticos). En los sueños el tiempo y el espacio se estiran y contraen.
Hay símbolos universales, Arquetípicos, para los cuales los libros que nos muestran estos símbolos nos ayudan en el proceso personalizado de “vivenciar” y entender el sueño.
“La fuente de los sueños nos habla en el lenguaje universal de las imágenes, sugiriendo principios de vida con los que trabajar, mostrándonos la naturaleza de nuestras proyecciones, y revelándonos nuestros patrones internos, así como los temas cotidianos de nuestra vida”
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